En el 2000, Año Santo Jubilar, comienza a percibirse un agravamiento de las dificultades que se venían arrastrando en la década anterior. La formación comienza a padecer su peor y más triste crisis. El profesor José Antonio Guijo Gómez hace todo lo posible para salvar una situación crítica haciéndose cargo de la dirección de la misma. Le acompañan músicos ex-componentes en las décadas de 1980 y 1990.
Primero de las manos de Guillermo Calero. Luego sobre reconocidos músicos como Ignacio Blanco Cabrera «Nacho», exalumno salesiano y nacido musicalmmente también en la Banda del Colegio y ya crecido había sido uno de los más ilustres cornetas de la Banda de CC. y TT. de Sayones. Le acompañaba Jacinto Rubio Prat, músico perteneciente a la Banda de CC. y TT. de la Cofradía del Perdón, exalumno y también antiguo componente de la Banda del Colegio.
En este período que llega hasta el año 2005 se mantiene, a pesar de las grandes dificultades una buena nómina de componentes, más de 60, y las actuaciones y acompañamientos musicales se suceden sin descanso, sirva un ejemplo el año 2004: La Milagrosa, María Auxiliadora, visita del Rector Mayor de los Salesianos (Pascual Chávez), llegada de las Reliquias de Santo Domingo Savio, cabalgata de Feria...
La situación se agrava, tanto Prat como «Nacho» dejan por motivos laborales la dirección de la Banda. José Antonio Guijo tendría que buscar ayuda en otros ex-componentes de la formación, en aquel año componentes de la Banda de la Hermandad del Perdón como son: los hermanos Jiménez (José Ángel Jiménez «sagel» y Felipe Javier Jiménez); Vicente Rodríguez, Maribel Blanco (hermana de «Nacho»), Javier García ó Andrés García.
A partir del segundo lustro del año 2000 la Banda se encuentra casi desaparecida. Sus directores musicales y ayudantes deben retomar su vida cotidiana fuera de nuestra ciudad por ser la mayoría estudiantes. Se mantiene a penas un rescoldo de menos de 20 componentes que van espaciando sus ensayos. Prácticamente la formación está finiquitada, agoniza. A partir del año 2007 no tienen ya ninguna actuación relevante y desaparecen del panorama musical. La congoja que se produce entonces, sobre todo en el mundo de las Hermandades a la que tantos servicios había realizado, es importante.
La situación se debió a múltiples causas y factores. No vamos a entrar en disquisiciones en un asunto tan complejo. Sin embargo, cabe reseñar que no todas las circunstancias son achacables a la propia dirección de la Banda y la dirección del Colegio y cuestiones económicas. Responden también a factores exógenos al entorno social inmediato y situaciones circunstanciales.
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SEXTA ETAPA: DESDE 2009
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Primero de las manos de Guillermo Calero. Luego sobre reconocidos músicos como Ignacio Blanco Cabrera «Nacho», exalumno salesiano y nacido musicalmmente también en la Banda del Colegio y ya crecido había sido uno de los más ilustres cornetas de la Banda de CC. y TT. de Sayones. Le acompañaba Jacinto Rubio Prat, músico perteneciente a la Banda de CC. y TT. de la Cofradía del Perdón, exalumno y también antiguo componente de la Banda del Colegio.
En este período que llega hasta el año 2005 se mantiene, a pesar de las grandes dificultades una buena nómina de componentes, más de 60, y las actuaciones y acompañamientos musicales se suceden sin descanso, sirva un ejemplo el año 2004: La Milagrosa, María Auxiliadora, visita del Rector Mayor de los Salesianos (Pascual Chávez), llegada de las Reliquias de Santo Domingo Savio, cabalgata de Feria...
La situación se agrava, tanto Prat como «Nacho» dejan por motivos laborales la dirección de la Banda. José Antonio Guijo tendría que buscar ayuda en otros ex-componentes de la formación, en aquel año componentes de la Banda de la Hermandad del Perdón como son: los hermanos Jiménez (José Ángel Jiménez «sagel» y Felipe Javier Jiménez); Vicente Rodríguez, Maribel Blanco (hermana de «Nacho»), Javier García ó Andrés García.
A partir del segundo lustro del año 2000 la Banda se encuentra casi desaparecida. Sus directores musicales y ayudantes deben retomar su vida cotidiana fuera de nuestra ciudad por ser la mayoría estudiantes. Se mantiene a penas un rescoldo de menos de 20 componentes que van espaciando sus ensayos. Prácticamente la formación está finiquitada, agoniza. A partir del año 2007 no tienen ya ninguna actuación relevante y desaparecen del panorama musical. La congoja que se produce entonces, sobre todo en el mundo de las Hermandades a la que tantos servicios había realizado, es importante.
La situación se debió a múltiples causas y factores. No vamos a entrar en disquisiciones en un asunto tan complejo. Sin embargo, cabe reseñar que no todas las circunstancias son achacables a la propia dirección de la Banda y la dirección del Colegio y cuestiones económicas. Responden también a factores exógenos al entorno social inmediato y situaciones circunstanciales.
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